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- 4_5- ser "poéticas". Su consagración, su misión es du– ra; es hu:m;ana seguramente, pero bajo las miradas_ de Dios. . . Con ser poéticas se estropean, se anu– lan. . . Sueñan demasiado en el "paraíso" y nunca ba– jan a la reaHdad donde les espera el "ángel de las pequeñas privaciones". La mujer tiene que ser un canto "sostenido" en el deber que es decir: en la moral. . . Cuando ella se inmoráliz·a se descomp0- ne el orbe ... ·cantando se vive y cantando se mata. La mujer vino providencialmente a poner en el frío de la vida un ascua. Debe ella calentar la vida. La vida ... no la muerte ... He visto a muchas que se reían de sí mismas, desesperadas de ser mujer, por– que no les alcazaba el privilegio de la libertad mM– culina. . . es que dejaron de ser mujer ... Hasta su amor se trocó en fuerza muscular, fuer– za nerviosa; olvidaron la debilidad del sexo y la firmeza de su misión. Toda la fuerza, toda su gran– deza consistía en ser débiles "concientemente", cor– ·dialrnente ... Ellas dominan y reinan con su debilidad fuerte. Cuando presumen de imperialistas, fracasan; nadie las considera como flores de la vida, sino corno ''abrojos del mal". Por eso punzan siempre ... Han preferido abandonar las delicadezas de la flor y de amor, para fincar como los hombres en un palacio de libertad y sólo han logrado ser derribadas y deste– rradas del trono donde reinaban sobre almas y cora– zones ... Está bien: En eL pecado llevan su castigo. Los senderos de su deber quedaron vírgenes, pero 'a virginidad de su conciencia quedó en orfandad. Cuan– to más pretendieron subir, más han debido ba-

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