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[.( ' -44- les canta en el pecho el mirlo blanco de los Sagrarios. Al contrario, una araña asquerosa hace su nido en– tre las flores de su alma. . . ¡Qué vergüenza! El amor que canta. . . tiene vergüenza de que le oigan en los burdeles de la lujuria, en los casinos del amor libre, en las tertulias de lupanar. En los versos se ven descritos "paisajes de al– ma", en cada estrofa hay un trozo de corazón y el corazón enfermo produce poesía enferma. y· cantar una enfermedad cordial es hacer una obra deleté– rea, criminaL Las odas satánicas llevan al viento gérmenes de muerte. Se respira el carbono que des– truye los tejidos espirituales; se hllice obra de apes– tosos; ¡qué extraño será que todo el mundo se trans– forme en .hospital de apestados si el canto del amor es germinación de microbios! Se ha dicho que en todo pecho de mujer se en– cierra un ruiseñor. . . Sea; no tenernos dificultad en convertir ·a la mujer en una "pajarera". . . más t:l ruiseñor que en ella canta, nació para cantar mati– zando la vida con notas de cariño. . . Pero no hay que confundir el canto del ruiseñor en el pecho rlé la mujer, con el gemido del amor que busca liber- tad... . Se calumnia a la mujer cuando se la convierteen un pájaro que canta; como se la calumnia cuando se la confunde con Úna "flor de poeta". La mujer es algo más que un canto y que uría flor. Es canto con– sagrado; ·es "flor encarnada". . . canto cm:isagrado al .deber cariñosamente, flor encarnada ··. en la con– ciencia para embellecer el hogar. Las mujeres deben ser así "poesías de la vida'', pero nunca deberian \

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