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-15- ra cosa de superchería; como si 1.3 . niag'ia de las c:riaturas pudiera expresar el sortilegio -amoroso quf! en ellás obra la posesión pura del amor divino . . . Potencia pura del amor puro que las eleva a la naturaleza semi angélica, que parece les despoja del cuerpo hecho blancura de lirios por el macera– miento del cilicio y el ayuno prolongado. Como en el seráfico de Asís, la seráfica de Avila o la flor de Lisieux, como el lirio de Sena sobrenaturalizaron su amor, cuyo resplandor se dejaba ver en . el vaso purificado de su cuerpo virginal, que como vidri.> humano cargado de electricidad y ·de corriente de gran tensión se ostentaba radiante y hermoso co– mo faro de luz azul. Electrodos divinos que dan a .sil paso · una lluvia azulosa de esa corriente de alfa tensión que vive y palpita en ellos en aquellas su posesión regalada d.el amor de ' Dios . . . Este amor . es lo que les ilumina transparentando en su cuer– po . el fuego y la llama interior que los consume ... Por eso en cada momento de vida o circunstancia de acción ·brotan de ellos esos relámpagos . . . . de afec– tos, de hechos o dichos que nos conmueven y nos envuelven conio e.:f.iliuvio!\ de chispas amoros-as .... chispas largas, muy larg-as, como ondas de eficacia emotiva. Llevan· consigo el encanto de subyugar. El amor de Dios está en ellos en supertensión, y su lenguaje se nos torna desconocido; hablan un lenguaje de otro país ... extraño al nuestro, que é.;; país humano de amores escorizados. . . Se nos an- · tojan entonces tipos nuevos de seres humanos, or– ganizados para vivir un nuevo continente... PI continente de la pureza y limpia glorificación divi-