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Del amor de Dios Y vamos a tomar la cumbre para desde allí, como del carro de 1un sol fulgurante, .derramar rayos de· luz, caloría espiritual, descargas eléctricas, de vida moral. · El -amor de Dios es la adoración de los corazones. No hay palabras que lo expliquen. No hay prosa que lo declame, ni lirismo poético que 'lo cante, ni éxtasis beatifico que lo describa. El amor de Dios eí! fuente inexhausta de dicha, tálamo real de la mística, trono resplandeciente de !la alegría, lecho nupcial del goce puro. Suma perfección y cumbre dorada de las cumbres, y cielo beatífico de los cie– los. . . . El amor de Dios, si es amor de Dios es la suma de las sumas perfectas; grandeza de grande– zas sublimes; belleza de bellezas magníficas. . . Toda amorosa en su base y todo .suavidad en su centro; todo regalo en la cúspide; todo en todo, y Dios en todo; unidad sin variedad; esencia sin accidente, in– .finidad sin limitación, eternidad sin tiempo, alegría sin pena, delicia sin cansancio, posesión sin menos– cabo, descanso sin fatiga. . . hartura 'Sin hastío, glo– ria sin sombras. Amor y luz, bondad y deleite ... .