BCCCAP00000000000000000000239

. 135- algún ruido de las nubes, ni por símbolo,; y .,nigma, si11o que el mismo Creador que el alma ama en esta criatura le oyera hablar sin ellas, como ahora nos– otros mismos acabamos de experimentar en aquel feliz instante en que nuestro espíritu salió tan alto. que rápidamente llegó a tocar nuestro pensamiento aquella sabiduría infinita que eternamente subsiste sobre toda las cosas; pues, si este conocimiento se continuara de modo que, apartados todos los demás que son de esfera muy inferior, sólo éste sea el que arrebate el alma, la posea toda y la introduzca donde esté rodeada y llena de gozos interiores, en el con– cepto de que la vida eterna sea tal cual ha sido este momento de clara inteligencia que hemos tenido sus– pirando; ¿no sería todo esto lo que se le promete diciendo: "entra en el gozo de tu Señor? ... " En efecto, S. Agustín describe aquí la esencia misma de la mística y de la contemplación del alma. En esa unión está la incoacción de la vida futura. y cuando ·se realice lo que el santo doctor aquí expli– ca, será entrar en la otra unión eterna llena de goces y maravillas divinas en donde gozaremos del torren– te de la beatitud divina .. . Milagro de amor. Esta futura gloria se gusta y disfruta en la tiena incoactivamente en la unión mística ·del alma, porque es ·como un estado intermedio entre viadores y con– templadores del cielo. Es un cielo que se anticipa. Un anticipo delicioso de otra más deliciosa vida, siempre antigua y siempre nueva, en la que no habrá dolor ni pena, sufrir ni llanto, cansancio ni hastío; sino que todo de una vez y siempre nuevamente gozaremos da la felicidad de Dios en el conocimiento y amor eterno.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz