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-130- sobrenatural, cuya fenomenología estudía la alta ciencia de los padres, y no se comprende con la luz nautral de la inteligencia de los hombres; porque en la vida mística de unión, lo que obra . con prefe– rencia, con predominio, son los dones del Espíritu Santo, y no simplemente las gracias ordinarias de la devoción. Un nuevo mundo de m::te supremo, de poesía divina de religión suma, la cual levanta su cúpula en los arrebatamientos estáticos, por cuyas aristas suben las oraciones hechas contemplación y he– chas heroísmo de virtud. La vida de unión mística es como una ''cámara sacrosanta", reservada a los amo– res de Dios en aquel grado en que Dios se entrega a la Criatura, como antes la criatura se entregó a El. Y aunque no siempre la eclosión estática deter– mina esta unión, ·siempre esta unión es la eclosión de las virtudes de conformidad y de abnegación, con que las almas contemplativas se consagraron al ser– vicio divino. Esta unión de amor como una escala mística entre el cielo y la tierra, deja franca comu– nicación con la gloria, y hay arrobamientos y visio– nes de aquellas cosas que el sentido no puede expli– car ni el deseo pudo jamás sospechar. Las etapas de esta vida de unión se preceden y a veces se acompañan en muchas partes con las terribles noches del sentido y del espíritu, que son el purgatorio del alma, tan brillantemente. retrata– das por el Doctor místico carmelitano S. Juan de la Cruz. Las noches ob~uras son los místicos labo– ratorios de preparación, para que el amor, libre .de · escorias, hecho oro puro, . pueda realizar su aspira– ción de estrecharse con •el Amado de las almas.