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••. N • '' :'" ' .,-:' ' •• ~ . -126--;-: esperanzas y deseos, para consagrarse a las obscuras tareas en que consumen su vida. No puedo pintar– las mejor que copiando a un gran escritor que vió de cerca ·su abnegación. Por amor · de Dios se negarón al amor de los hombres y hasta al servicio de Dios ; (dejar a Dios por Dios); por carídad se privaron de los goces de la caridad. No tiene por entero la paz del claustro ni el cuidado de los pobres, ni el apos– tolado en el mundo" ... Magnífica pincelada que da idea maestra de lo que el amor.místico es capaz de obrar.'Jesucristo descendió a la tierra y tomó carne real mística. El amor místico obliga, a veces, a dejar el vuelo de la contemplación y abandonar el paraíso del claustro para darse, sin recibir otra cosa que insultos, ingratitudes y muerte. Hay sacrificios que no se ven, porque el amor místi– co calla lo que hace. No prepara esas fiestas bulli– ciosas y de resonancia donde poder probar a la luz · del ·sol su poder y fecundidad. El amor místico como la violeta del bosque, se oculta y calladamente exhala su perfume. No me refiero a lo que hacen esas dulces abejas de los conventos fabricando el panal de sus mieles espirituales dentro de sus celdas. SÚs oracio– nes y sus sacrificios místicos sostienen el peso espi– ritual del mundo. Su historia no se escribirá por los hombres. Me refiero .a esa generación de almas de amor místicio. Llevan dentro de si un fuegÓ como de sol tropical; recogen .en su pecho el ruido de las tempestades .Y de .Jas catástrofes y sólo buscan su remedio. No han formado familia material. .. · Todos los prójimos son sus hijos y hermános. Son esas ériatur~s