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su lado, ciegan a "los libertos que intentan acercársela, y al llegar la noche, la vuelven a dejar en medio del pueblo fiel, (1). Si Santa Catalina de Sena, debilita– da por el largo ayuno se extravía en un bosque, la acompañan hasta las puertas de Sena, (2). Si los de– monios embisten a Santa Ildegarda en la hora de la muerte, la,defienden y ahuyentan a aquellos furiosos enemigos, (3). Si Santa Catalina de Alejandría pide, mientras la martirizan, que después de la muerte no quede su cuerpo abandonado en manos de los verdu– gos, cuando ha expirado, los ángeles se 'apresuran a tomar su cuewo y trasladarlo al monte Sinaí a sal– vo de la persecución de los hombres, (4) . Si arrojan al Tíber los cuerpos de Santa R'ufina y Santa Segun– da, acuden a sacarlos. Cuando los perseguidores dan muerte a Santa Agu~da le construyen un sepulcro de mármol, (5). El amor de las vírgenes forma hermanas de los ángeles. Pero además hace la apología de la gracia y de su poder en el ·corazón de las débiles mujeres, que se consagraron .como los mártires al martirio del cora– zón y al martirio del cuerpo. Murieron al mundo pa– gano por el amor; múrieron a la efímera vida por el dolor. Son esposas de sangre, pero, es una sangre que ha constituído el orgullo de la Iglesia y de la humani. 1>. Vidas de los Santos "el Abate Darras". 2). VIda por la Condesa de · Flaving. 3). VIda de los Santos, Grosset. 4). H, i:larras. 5). H. Grosset.