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- 122- a la vez el esposo más hermoso, el más vivo, el más poderoso y el más amante". Jesucristo es la belleza su– prema para ellas. · El amor de las vírgenes ·lo ha comprendido así, y ellas, las vír.genes del amor, lo prueban bien con su hermosura. ¿Quién me diera poder para convencer a · las jóvenes que. todos sus sueños ~de amor deben ir a perderse en el corazón de ·Dios! La virginidad es el tesoro escondido del Evangelio. Pocos conocen su precio, porque es inapreciable . . . "EL AMOR DE LAS VIRGENES" atrae la coin- . pañía de los ángeles. No viven solas, cuanto menos rui– do hace el mundo en ellas, más habla su amor. Lá compañía .de los ángeles es una defensa •. . Es– cuchad una página de "La Virgen Cristiana" ; Si os mueve á admiración la hermosura de los ángeles, su tierna bondad para con las vírgenes, debe ganarles to– da vuestra confianza. Les tienen verdadero amor fra– ternal, y sin cesar están atentos a todas las necesi– dades y peligros de sus hermanas de la tierra para socorrerlas y protegerlas. Ven a Santa Inés amena– zada por el hijo del prefecto; vuelan junto a ella para defenderla y hieren de muerte al imprudente. Santa Rosalía huye de la casa paterna para guardar el tesoro de su virginidad, y acuden a escoltarla; cuando está sola en su caverna la visitan y le traen flores que se abrieron en el Paraíso.; y cüando se halla•pró– xima a dejar la tierra, alegran sus postreros instan- . tes con sus suaves conciertos. Si la virgen Teófila corre peligro en manos de los malvados, aparecen a .··,·: