BCCCAP00000000000000000000239

110- tiene que purificarlo. . . amor es un .diamante, no un escarabajo .... Cierto que Dios unió en una sola carne, dos exis– tencias, y fué generosamente proveedor al dar a la miseria carnal la consolación material del momento. Pero la carne es secundaria en el amor. Dios estableció ese sentimiento natural, la tendencia natural, la ten– dencia del sexo ¡>ara atender los fines de la genera– ción en el comercio honesto del matrimonio. Puso en la carne la consolación material para resarcir con ciertas compensaciones los sacrificios que imponen los hijos. Es un estímulo amoroso para la conviven– cia mutua en la procreación del hombre. Pero esta consideración no cabe extender fuera de esa función · de soporte matrimonial. La compensación sólo puede cobrarse en el tiempo que se escoge para el ministerio y sacrificio en la formación del hogar.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz