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- 105~ más opuesto al pensamiento de una conquista que un deseo· satisfecho. Una vez puede resultar que la fruta gustada, dé mayor apetito, pero lo corriente y lo natural, en casos semejantes, es que perdida la cu. riosidad y revelado el secreto, se pierde el interés que inspiraba primero. No debe la mujer llegar a la locura de confundir una demostración física de cariño, con la psicología del amor .. . El amor no es la carne; es espíritu. La carne es la escoria que puede envolver el oro del amor;' pero a veces es sólo escoria abyecta. No es lo material el principio agente, principio activo del amor. Es preciso evitat ese principio o concepto "mecanicis– ta" de que . el amor es puro afecto de las emociones de loa materia, que se c~mbinan en el corazón, para producir el dulce juego del corazón. No se produce el amor como el dulce jugo de la caña, por combina– ciones materiales. Sería aproximarse demasiado a la Escuela de Leucipo Y< Demócrito, que excluye de es• . tas cosas toda causa superior y extraña a la materia. El amor ·es como "célula viva" que está en el co– razón independientemente de lá materia grosera. Es una formación del entendimiento y de la voluntad que abren el apetito para desear una cosa conocida ·por buena, y apreciada por tal . . . Ese otro amor que surge en momento dado ·como por encanto, podrá obrar como una "célula artificial" de amante, con su caracterización de "materia viva", pero no puede llamarse amor. . . Ni es amor. algo espontáneo, que resulta en el corazón como sin causa productora, por mera simpatía o antipatía, la cual causa a veces se desconoce. Tal vez por afectividades transferidas ama- / ·'

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