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"' ,,, ,, ¡,¡,. , .<1 lmuscat a me calix iste, ve~·umtamen non """ ''" ' "" ' " "' s1·d llut fiat.... .Aunque los ángeles del cieio , ¡,,, pulriureas todos quisieran apartarle de esta voluntad '"' 1 .. podrían conseguir . Si, algunas almas devotas, cono– ,.,,."do lo qne le esper aba en el calvario le hubieran que– •·ido disuadir de verse presente al martirio de su Hijo, ''"·ucharían de ella las mismas palabras que dijo J esús a ~. P edro: Calicem quem dedit mihi P ater non bibam 7 (.Joan XVIII-11 ). Ved ahí, pues, la víctima sagrada que unida a la dt> J csús obró nuestra salud. _ VICTIWL& Pero nuestr a teología nos lleva a otras consideracio· ;:~vlll'TA nes. Cristo obediente al Padre, murió porque quiso. En la Pasión se revistió libremente de humillaciones y de ig- nominias, "qui sibi gaudio sustinuit crucem confusione contempta" (Heb. XII-2) . María, a ejemplo de su Hijo, fué también víctima voluntaria como el Verbo. Es decir, obediente al pr cct•pto del Padre soberano, aceptaba el precepto voluntariamen– te. "Factus obediens usque ad mortem " . Preguntan los teólogos, ¿cómo será posible conciliar esta voluntariedad o libertad con el precepto T No existe ' 'irtud de obediencia donde no hay precepto de imposición. "Prop•·ia et vera ohcuiP11t·ia non cst nisi ubi intervenit pracceptum "; ¡wn> clond•· in h•r\' ir •w prrccpto puede ha– ber posibilidad ele 'l''"lorun llll' lu 111111111udo. •Qui4'11 irít a admitir en Cristo y l\lui'Íu posibi lidad ,¡,. qol'lorallllll' In mandado pecado ? Cristo "" •·ra l"''''" l" r, "' pud ro" 1"'· car. María tenía el don de impc•c·wililicl"d , pur ¡•n,..ia. l~a impcruhil iclacl de Cristo prov••ní11 ,¡,. "" 1111 iu11 hipo~t úti- 1'11 ." el,. lu \'i~i{,n lH'ul ífi<'a di' '111'' vozuiiH. l m Virgen ele– vudu Hl ord,.,, d ivi110 ~~ozHhH lund,i~·~~ dt· la. visión beatí.– i ica. /,( '(111111, fiiH'n, p11t•dt· d,·,·irNt' •p11· i"ul'ron víctimas vo- - 95
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