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CAPITULO VIII La dispensadora de todas las gracias. Salve Ka.ta:r pietati• et. totius Trinitatts nobila trlollnium. La conclusión brota como la luz purísima del foco SO· lar. Sin duda que María está sujeta a Dios como criatu– ra, pero Dios quiere enaltecerla de modo que parece que el mismo Dios fuese su servidor. Efectivamente, no tiene el Señor mayor complacencia que atender a los deseos de su Madre. Todo su imperio y su misma persona resultan interesados en que sean glorificadas la maternidad .y la realeza de María. Las relaciones que tiene con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, prueban que tienen ganado el Coruz(m <lcl Padre como hija, y el Corazón del Hijo como mudn·, y d Cnmzí•n d('] l•~spíritu Snnto como Esposa. ,famfls pullO Noíiur:-o(' 1111 iuqwrio ni rniiH PX('('isn ni rnfis no– ble, ni mú.s puro~ 11i lllÚH t•fit·u z. IJ11t4 lrt"l JH'I'iH IIluH di,·inns parece que se sienten honradas •·ou la ¡,.,,.,.a.¡,. ~lada: y todo lo que poseen han , puc~to ul st" rvi•·io .¡,. "" n·i11ado que es de amor, de suavidad y tcrnuru . l'¡¡o•do· ¡,.,.,·,:.· "" bre este tema el libro del capuchino P. CioviH ,¡,. r•rm i11~: "Notre-Dame de la Trinite d'aprcs la t """'"l( io· ,.¡ J'urt et la mystique" (1) en que se trata de"' !'""' '~',.¡ alt.ísi- (1) Gemblolx (Belglque) Blois (Franco) 19 ~~. - G7