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BL TBI11lll'· ner el supremo trono de honor en el estrrdo de glorifica– ción. Tenía que estar la más Cl'l'eana n Di"H porque era propiciatorio de la Santísima Trinidatl. NPd<·t. Christus in tlJrono Dei ad dcxtcram PalriH, laria allll'm, atl Christi dexteram collocata cst". ¿P ero, ¡,q11it'·11 JHJ<II·á describir el triunfo con que fué elevada y ,·olol'ada en aquel trono glorioso ? ro Dll LJI. San Juan vió en el Apocalipsis esta divina arca del ASVlii'CION. cuerpo de María colocada un grado más abajo que el tro- no de Dios, como Betsabé colocada a la diestra de Salo– món, según se refiere en el libro 3 de los Reyes (2-19); pero el triunfo y la solemnidad que se verificó entonce» no es decible a la lengua humana. Un tipo o sombra :l'ü.í la solemnidad con que Salomón celebró en Jerusalén el traslado del Area de la Alianza a la ciudad de David. "Venerunt cuncti senes de Israel et tulerunt arcam sacer– dotes. Rex Salomon et omnis multitudo Israel quae con– venerat ad eum, gradiebatur cum illo, ante arcam". Así, toda la Corte celestial de ángeles y bicnavc11tnrados acu– dió a celebrar este triunfo de María presididos por el Supremo Salomón, Cristo Jesús, entre cánticos y aclama– ciones: eymbalis, psHlteriis, cytharis, orgauis et cunctis musicis instrumentis ". . El Arca de la Alianza tuvo tres traslaciones, según nos cuentan .las Escrituras: la primera del desierto a la tierra prometida, presidida por J osué (VII-2). La se– gunda hecha por David de la ciudad de Cariotiarin aJe– rusalén, al monte Sión (2 Reg-6) . La t ercera celebrada por Salomón al trasladarla de Sión al templo de Dios pa– ra ser puesto en el Sancta Sanctorum (Parad. 5-217). Así la Virgc.11, de la que fué tipo el Arca, tuvo tres traslacio– llr~: primero del desierto de la vida a la tierra prometida del dc~canso del alma. La segl<nda, de la muerte a la re– surrección, cuando el alma volvió a tomar el cuerpo para 54-