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CAPITULO rv El alma de María respecto a sus operacione1 X.t.ua humani gener1• virtu.tum p:-se oaeterf.a llabe~s privilegia. El alma de María gozó uel uso ele la razón desde el instante de ·su Concepción. Es ésta u11a de las conclusio– nes más admirables que se deduce del principio fran– ciscano de la inmunidad de la Virgen respecto a la con– •mpiscencia. En ella, el alma no dependía de los sentidos <'ll cuanto a sus operaciones. Tenía perfectas y cabales las potencias .desde el instante de su ser virginal. Los sentí- – dos le ofrecían un instrumento de acciones y de operacio– ll<'S que no pl'rtnrbaban la razón ni la ataban. S. Bernar– dino de Sl'IIa c·s qnÍl'll 110s clrc·lara c•ou entera claridad <tne María tuvo liSO ·h· la rnzftll cl<•Sflt• ,., lll!lrtlrlltO r~Jjy, i!e su purísima ConcepcÍÍ<Il. ~ •. cl<-1"' nl' irr11:>r •·•·sllc'lt:tonc·ll1 •.• que su alma, desde el scnu dt· s11 ~ladn·, s.· diri~ía 11oltle y bellamente al encuentro de su. Dius coJo "'.-·rito , ..¡.,.,._ natural. ·Copiemos sus palabras: in prima smwtil'ic~ti one c¡u'oad rationem et intellectum tanta illi claritas snper-in– fusa est, quod intelligeret primo: naturam creatam irra– t ionalem; secundo: naturam creatam rationalem; tertio: uaturam creatam spiritualem; quarto: naturam divinam (Tomo II. ser. 51. part. I. cap. 2). Esta D;Jagnífica con- -35

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