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tuvo gran ·devoción a esta Virgen, y obtuvo muchos privile- gios del Papa. · -En Argentina tenemos la Virgen de Nueva Pompe· ya coronada oficialmente por el Nuncio de S. Santidad, y de una devoción inenarrable entre los argentinos, donde es verdad que la Virgen · "manu divite fundit opes" "candida purpureis lilia mixta rosis" .. Esto es un espécimen de nuestro culto a la Virgen a la que llamó S. Buenaventura "Mater a,::ni J. C. Regís Magni", y su realeza debe extenderse por t odo el mundo, porque es el monte ·adonde J. C..conduce a los suyos, como decía el doctor evangélico S. Antonio de Paclun: "Mons ad quem Christus ducit servos suos" para que ella los alimente . y apaciente como ovejas de su rebaño. Al fin y al cabo, como decía y repetía el franciscano Bernardino de Bustos, ella es "liber generationis omnium salvandorum"; y S. Bernardi– no de Sena le llama: "porta libertatis, ductrix nostra ad Patriam''. APENDICE VI BIBLIOGRAFIA FRANCISCANA ALGUNAS OBRAS MARIANAS Queremos insertar algunas obras marianas menos cono– cidas. Primero indicaremos el "Mariale" de Alejandro de Ha– les, primer doctor franciscano de París. Está citado en la célebre obra "Nondum erant abyssi" de autor desconocido de principios del siglo XV. Este libro que es fuente de una copiosa literatura mariana ha merecido estudios tan serios como el que publicó "Collectanea Franciscana" en 1944. Hoy se considera espuria la obra, porque hasta la época de Juan Vital no se conoció tal "Mariale", pero el "Non– duro" afirma que su autor la vió en Tolosa (Provincia de Aquitania) hacia 1424. El dicho autor añade que Alejandro de Hales escribió también otro libro .mariano: Líber de vita B. Virginis. Respecto al doctor irrefragable corría otra referencia que no queremos omitir en cuanto a su mariofilismo; es su opi– nión sobre la Inmaculada. Se sabe que en el libro III de las Sentencias profesó la sentencia negativa, pero viéndose en- -141

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