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palabra. La discusión del caso duró cerca de 20 horas, en sesión plenaria, a la que no faltó ningún obispo. Para faci– litar la discúsión, se formaron cuatro sesiones separadas en el Vaticano, y se celebraron los días 20, 21, 23 y 24, presi– didas por los Cardenales Brunelli, Cantarini, Satucci y tam· bién por S. Santidad. Como consultores se llamaron 15 teó– logos y de ese modo se discutió el proyecto de la Bula. La redacción de la Bula Ineffabilis es del P. Pasaglia, S. l . lo cual explica que no aparezca en ella referencia algu– na a la Orden franciscana, que mantuvo siempre en alto la bandera de la Inmaculada (1). La preparación de la Bula da a entender, que siempre tiene en cuenta la Iglesia el "Rationale obsequium". Para lo que hace "Inquisitio magna'' y al fin dice: "Visum est Spiritui Sancto et nobis". Al terminarse ]a última sesión de estudio, daban las 12 del día. Todos se pusieron de rodillas para rezar el An– gelus, y repitieron : Petrc, doce n os; confirma fratres tuos ... Sólo quedaba la definición. que Pío IX promulgó solemne– mente con la Bula Irteffabilis el 8 de Dicicmber de 1854. SOBRE LA BULA INEFF1\.BILIS De la Revista "Bandera de la Inmaculada", que du– Iante el año 1904 publicamos en Salamanca, en conmemo– ración del Cincuentenario de la Definición dogmática, ex– tractamos los siguientes datos sobre la famos.a Bula de Pío IX. Hoy nadie se acuerda de aquella revistilla que dá– bamos a luz en la Atenas española, pero nadie tampoco ne– gará importancia a los datos que allí depositamos y se con– servan. El .Rdo. Sire sacerdot0 de la diócesis de Puy, a quien el Ilustrísimo Sr. Morlham com isionó para que recogiera todas las noticias que pudiera sobre b Inmaculada, á fin de depositarlas en la Basílica de Ntra. Sra. de Puy, coleccionó en 300 volúmenes, de todas las lenguas, los documentos de la Santa Sede, de los Obispos, y publicaciones teológicas, y trabajos de Comisiones nombradas por Pí o IX para el exa– men de la cuesteón. Concibió el proyecto ele hacer una t¡;a– ducción en todas las lenguas de la Bu la IneHabilis, para ponerla a los pies del Soberano P ontífice que se dignó aceptar la ofrenda. (1) La Orden SC'I'[l fica y la Inmaculn.d::t: La Cruz 1855~1-353. -133