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r11atrcm"; y el ser Madre universal es otro <le los privile– ¡~ios o prerrogativas de la Virgen Nazarena. Como una embriaguez de gozo causa en nosotros el poder decirle que es :Madre como es Reina. De la misma 1nanera que al dar forma a .Adán, Dios tenía fijos los ojos en Cristo, así al dar forma a Eva, tenía la mirada puesta en María. La primera madre de la humanidad era tipo de esta madre de la gracia. .Aquella matcmidad d~ Eva era preludio de esta otra maternidad, con la dife. rencia de que Eva sería madre universal para perder– nos, María madre universal, para glorificarnos. Toda paternidad viene del cielo, del P adre de las luces (Efeso III-15). Nosotros podemos decir que toda maternidad viene de María, madre de Dios. Ya hemos visto que ella fué la causa especial de la creación y de la confirmación de los ángeles y de los hombres, y que influyó en toda la creación natural y sobrenatural más profundamente qua l;¡ madre influye en la existencia de su hijo..Dios por uua comunicación inefable, le dió el poder de asistir a ca– da uno de los seres inteligentes con tanto amor, como do– n<'s naturales y sobrenaturales le había concedido. Hr•rrrrirl r•11 llll:t nr:tdr·p todas las ternuras y solicitudes de todas hr.s '1"" lrny. lr11ho " lralrrít. 'l'oilavía será mayor la ternura mal (' rrral dr• t•sla d i\' ÍII:J ~ladrl'. Des<k que oyó de Cristo: Ve ahí a 111 hijo. ~larín ''llllr·r•rrlrú lodn su cariño y amor en el hombre rctlinrido La maternidad divina de 1tiaría es la clrspidt• y i>l meta adorable de toda maternidad. Sin el consentimicn to de la Virgen en la Encarnación no habría tal materni– dad. Los santos preguntan: ¿Por qué es que sin el consen– timiento de María no se realizó la Encarnación del Verbo? Porque Dios t¡uiere que sea ella principio de todos los bie- -107 MA'r:BB MD!.B Dl1LCJI. Dnna

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