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pro omnibus si fuisset conceptus sine peccato, sicut po– tuisset fieri de possibili, et. Deus dedisset sibi summau gratiam quam potuissct rccipcrc" (In III Dist. 20 q. uní– ca, contra). Para explicarnos, debidamente, distingamos en el pe– cado : 1 \> la malicia o falta de r ectitud en el acto; 2\l el demérito, o la obligación de la pena; 3\l la ofensa, o in– juria hecha a Dios. Sobre estas tres medidas de la culpa, - tenemos que decir que la Virgen pudo satisfacer al Se– ñor bajo los tres conceptos. Primeramente la malicia o la falta de rectitud·se mide con la rectitud debida. El des· orden tiene por medida el orden violado. El orden de los actos humanos y su rectitud violada no era de mejor ca– tegoría que la rectitud de los actos de María. Demos qu~ el hombre guardase incólume toda la rectitud debida sin pecar. La reétitud de María era mayor. Los actos de virtud de María superarían a todos los de los ángeles y hombres. Luego María podía satisfacer por el desorden del pecado cumplidamente, porque todos los actos de rectitnd de los ángeles y de los hombres no podrían compararse con los de la Virgen. El prcado rlt•shizo Hqllt'lla rei:titlld. María lo substituye con una rectitud que es mayor (lr Fijémonos en el segundo aspecto, que es la pena me– recida por el pecado. El demérito se mide por el mérito. ¡,Qué mérito pudo adquirir toda la creación, comparado . con el mérito de María? .Aunque los ángeles y los hombres hubieran permanecido en la gloria que Dios les reserva- · ba, ya que la gloria es proporcional al mérito, la pérdida (1) El P. Hugon O. P. en Revista Tomista (1929) dijo que Pto IX en la Encrclica :r.t!serenUsstmus D.ede1nptor confirmó la doctrina de Santo Tomás y que la doctrina de l!:~coto es anticua– da, es decir: que el Papa confirmó la sentencia de lainfinita ma... lleta del pP.cado y la impotencia de toda criatura para satisfa– cerlo. La Encfclica no abordó este punto. Debe entenilerse que Escoto, en esa cuestión, habla. ele potencia Dei absoluta: nero nll de pot~ncia Dei orlii !l.a.ta , en el presento egta.do . en la que Dios exi– ge no sólo condigna sino superabundante e infinitO. aat1sfacc16n. F.n este caso dice Escoto que Cristo solo pudo hacerlo. 102-