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for:otación qut se debe dar a estos misioneros y ert qué manera han de ejercer su apostolado". OPINIÓN DEL P. ROGATIEN. (lpina el P. Rogatien que el laicado misione– ro e;, necesario, mas no suficiente. Debe aumen– tar en lo posible la nómina de sacerdotes obre– ·ros. Con c! o<) raerán muchos de los prejuicios C0n:r.1 el ckro. - -Nos stntirnos muy solos. r·• u estros compañeros nos repiten con dema– slatl" msistencia: · ··¡ u, sí, que eres un cura de verdad; pero, l(J<, ., . <J.:I, ¿e¡ lié hacen? (Y aquí sueltan un taco). · h r· pedimos que todos los sacerdotes nos ·n~_o;:• p:\fi ::n en las fábricas; esto seria romper la non ;¡;¡¡idad; pero que aumente c:l número; y la mcn t:•' '"'ad (•breca dará una virazón en redondo. SIMPATIA A RAUDALES. T. •dos h es, los Padres Andrés, Cesaire y Ro– gar··;;, tienen conquistado el barrio. Pre:'eindo de comentar el caso, para ceñirme