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.. • 45 te porque todas están pourries; y porque todo termina en hastlo, vaciedad y remordimientos de conciencia. Cierto dla se presenta en e¡ taller un obrero, nuevo y viejo. Ignora la condición sacerdotal del P. Rogatien, el cual le habla ya manifestado que era cristiano y muy adicto a la Iglesia. A esto replica el obrero con una terrible andana– da, a voz en grito: -Ah, [es curés, ce sont de salauds, des bau– dets, des projiteurs. Ji jaudrait tous les {usiller. Todo el personal está <.scuchando. E¡ P. Rogatien sufre la. granizada entre sonriente y sonrojado. --Si los curas se aliaran con los comunistas, con los pequeños, con el pueblo, todo el mundo se iria tras de ellos. La Biblia la conozco muy bien. Es lo más hermoso; pero los curas no la practican. Ellos van del brazo de los patronos y del M. R. P. -Amigo, me ofendes. Yo soy frai'le; y tra– bajador y obrero como tú; dirás que, al menos ahora no estoy con los patronos. --A ti te respeto. Tú has comprendido 21 mensaje. ¿Pero los otros? Y aqui se enzarzan ambos en una discusiún, amable y defensiva por parte del pretre-ouvrier,· pero agresiva por la del contrincante. Los demás obreros sufren por le petit-pere.