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-80 -- en a en los presentes: las otras vocales en el acto de la conjugación de los presentes per– manecen inalterables". Es inadmisi'ble esa ley; he aquí la prueba: lgaro es un nombre verbal, que comienza por vocal i. Se puede conjugar este ve!'bo sin– téticamente. Si yo pregunto al euzkeldun más versado en su idioma qué tiempo es NIGA– .RON, seguramente que no sabrá qué respon– derme; me diría únicamente que puede ser ca– pretérito, presente de subjuntivo, o pasado del mismo modo. Mientras que si digo NAGA– RON los alumnos de los grados elementales me dirían que es presente de subjuntivo. Digo, pues, que si no queremos confundir modos y tiempos, debemos siempre modificar las vocales iniciales de los nombres en a en los presentes de todos los modos; y si comienzan por a conservar esa vocal en los presentes, y modificarla en e en los pasados. Comprendo yo y me consta positivamente que han sido y son los dialectos haskos muy <lescuidados en ·observar la regla que yo propongo, y sin em– bargo en mi sentir sólo practicando la dicha regla conseguiremos distinguir los presentes de los pasados. 67. - El señor Campión cree qu e ·el di stin– tivo de los pasados es la n. (Gram 392-399). No así M. Vinson y el Príncipe Bonaparte. (ldem l. c.) Me parece insostenibl e bajo to– dos conceptos la opinión del seiior Campión. Erori n;;1din es flexión de un ti empo presente, y erori nendin de un tiempo pasa do. ¿En vir– tud de qué característica se di stingue ese pre– sente del pasado nendin ? No ciertamen.te en virtud de la n, toda vez que en trambos la ex-