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J aurtitzen du.... . J anrtitzen degu .. . J aurtitzen dezute. Jaurtitzen -dut c ... -61- El lanza. Nosotros la·It.amos. Vosotros bnzáis. Ellos lanzan. Estas son flexiones absolutas y son 7 y na– da más; las otras "jaurtitzen diat, diagu, etc., se reducen a estas otras: "dikat, dikagu, dika, etc.,; unas y otras son flexiones relativas, mix– tas u objetivo-nominal es; y no absolutas o di– rectas aunque se emplean como tales. Antes que yo descubrió esta verdad el laborioso euz– k eráfilo señor López Mendizabal, el cua.J es– cribe en la página 372 ·de su precioso "Ma– nual de Conversación castellano-eusk era". Se {)bservará que en las flexiones objetivas sólo ti ene el tratamiento IK flexiones suyas propias en la segunda persona del singular, siendo las demás iguales a las del tratamiento zu. En este punto creem{)s que han sufrido una equi– vocación algunos gramáticos, al presentarnos como flexiones objetivas las que eran en rea– lidad objet ivo-pronomi nales". .:;o.-Las inflexiones "'nik jaten det, jaten ·degu" indi ferentemente se pueden emplear en el tratamiento familiar como en el respetuoso; mejor dicho no hay en esas formas tratamien– to de ninguna especie. Es nn error gravísimo el creer que ni naiz, un da, etc., indican que tratamos con rc.speto y consi.deraci,-m a la per– sona con quien hablamos. La forma respetuo– sa es ni etortzen nazazu; y la familiar, ni etor– tzen nazak; la primera de esas fo rmas y sus ·Congt'neres estilamos siempre que dirigimos la palabra a una persona que nos merece al– guna veneración . Los baskos pirenaicos usan
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