BCCCAP00000000000000000000236

-53- no suena la si lban te pahrli al s y sí la si lbante dental z. A este prop(•sito observa el señor Za– marripa que los hizkainos al hablar "pronun– cia.nl os en ge nC'ral z rnn1o s, y a sn vez ts como tz". (M~nua 1, <lcl .L:ask<'•fi·lo, pitg. 23 r) . " El senor Camptnn escnbc de su part e: E s igualmente frecuente el paso ck las silbantes dentales a las palatales, de z a s, de tz a ts .. , El empleo ele unos y otros sonid os 1·aría sc:– gún los terri torios. En la parte baja de CipÍi z– koa y en buena porción de Bizkaya. por ejcnt– plo, usan la s y ts ·con preferencia. . . l~n Na– barra, por el contrario, ahundan mits las tz y z". ( Gramática, pitg . III ) . En suma, que ti e– nen igual valor fonético los grupos de conso– nantes ts y tz. Y ese principio fonético, reco– nocido como tal por las principales autorida– des cuzkerográficas, nos autoriza para servir– nos en nu estro estudio de flexiones nominales que .muestren cualc¡uiera de los dichos afij os. Concurre el nominal ts en las formas lahor– tanas, gipuzkuanas. naharras y sul etinas: cl iot– sat = yo le digo; diotsak = t ú le dices, etc.; dioxo (diotso) = il luí dit, dioxé (diotse) = il · leur dit, etc. (Inchausp e, Verbe Has·que, página 458) . Datos lingüísti cos tan evi•dentes nos fuerzan a afirmar que la tz ei un vercla– dero nominal de t ercera p ersona. Las primeras personas reciben los subfij os g, t: det, degu; las segundas, k, n, z: dek, den, dezu. La t ercera del sing ul ar se caracteriza por la ausencia de todo elemento nominal, y la tercera del plural por la aglu tinación de la partí-cula te, cuya naturaleza desconocen toda– vía los gramáticos. Lo que se ha di cho de las terceras personas es aplicable só1o a los

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz