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-D- Con muy buen sentido práctico escribía ha– ce algunos aiíos el se,-Hw ,\ ranzadi: ":\'o ne– cesitamos para la emp resa "1 acuerdo de to– dos los cuzkeri stas baskos. Con plena tran– quilidad podemos prescindir de todos los euz– kerúlogos y cuzkarófilos no nacionalistas. sin que esta omisión retrase ni un in stant e siquie– ra la consecución de nuest ros an helos . .. Nos. basta la uniformidad de. los euzkcristas jel– tzal es para iniciar la obra. conformidad que no es difícil logra r, ya que el espíritu de sacrifi– cio es la característica del nacionalismo. - ("Euzka<li", época 3.•. pág. rs6). 10. - E n el seno del nacionalismo basko abundan afortunadamente euzkerálogos de re– conocida competen cia, sin que por esto ne– guemos que los haya entre baskos de otras afi liaciones. No es ciertamente difícil de con– segnir la unidad de criterio entre los discí– pulos del malogrado baskófi lo de .\ ba ndo. l'e– ro ¿se ha conseguido hasta ahora? Sospecho que no: las divergencias reinantes entre los euzk erúlogos en el decurso de la publicación u'e los artículos <le referenc ia subsisten toda– vía. No se hizo la unificaci<'> ll <le! habla. Y no se hi zo porq ue ni fué ni es posible, ni lógico. ni basko el despótico reinado de un solo dia– lecto, con gravísimo perjuicio de los demás y manifiesto detrimiento del cuzkera. No puedo, por tanto, subscribir la última so– luc-ión que da el seiíor A ranzadi a la postrera pregunta del cuestionario. Son sus palabras: "La última solución (a saber, la unificació n