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El Misionero práctico 85 recompensase a tan valiente capitán. Pero lejos de eso, con– cibió un odio mortal contra él. A veces el rey se entregaba a extremos de cólera y rugía de rabia como si fuera un loco. En esas ocasiones David le visitaba para consolarlo, hacia protestas de alhesión a Saul, le aseguraba que no sentfa otro anhelo que dar la vida por el rey, que deseaba ser su leal servidor. Pero un día Saul le recibió CQn rostro sombrío, con mirada torva. Y a la primera palabra que habló David, le arrojó una lanzada con intención de clavarlo en la pared. Da– vid huyó del palacio y de la ciudad. Trescientos soldados qui– sieron seguir su suerte y defenderlo. Saul salió, con el resto de la guarnición, en persecución de los fugitivos. Llegada la noche, David se refugió en una cueva del monte. Poco rato después Saul sin saberlo se J.'efugió en la misma gruta. A me– dia noche David que ya lo había visto desde el interior, .se acercó sigilosamente a Saul. Escuchó... Saul respira tranqui– lamente sin sospechar el peligro. David desenvaina la espada, alza el brazo robusto... Va a describir el círculo de muerte... ¡Oh joven guerrero! ¡Descarga tu brazo sobre ese hombre que te odia a muerte! ... Si tú hubieras caído en sus manos, como él ha caído en las tuyas, te mataría sin vacilar. Pues bien, la defensa es justa!... ¡Mátalo! ¡Acaba con ese ser cruel que te persigue! ... La Divina Providencia lo ha puesto en tus manos! Si lo castigas, nada adverso te acontecerá. El ejér– cito te ama y desea· alzarte por rey y odia a Saul... ¿Qué hará David? ¡Jamás un hombre ha tenido ocasión tan pro– pieia para vengarse de un rival como David aquella memo– rable noche. Sin embargo, dejándose llevar de la generosidad de su corazón, le perdona y se contenta con cortarle un pe– dazo del manto y se retiró al interior de la gruta. Decidme: ¿cuál de los dos es más digno de elogio? Todos alabáis a David que supo vencerse a· si mismo perdonando; y reprobáis la conducta de Saul que no renunció a sus instintos de fiera. Dios reprobó a Saul, el cual perdió la fama, el trono y la vida