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El Misionero práctico 79 Y sigo examinando esas páginas sagradas que expresan: el pensamiento de Dios. Y ¡qué veo!, unas páginas teñidas; en sangre. ¿De quién es esta sangre? ¡Ay! ¡Es sangre de· Dios! ¡De Dios mismo! Pues qué... ¿Dios ha sido herido?. ¿Ha sido muerto? Si. Ha sido herido, ha' sido muerto trági,· camente. Lo quiso así El mismo. Fué al .sacrificio volunta– riamente. ¿Y por qué? El mismo lo ha .dicho: Attritus prop– ter scelera nostra... Lo ha .expresado con cariño: ·Ut vitam habeant: para dar la ~da a ese hombre... ¡Hijos míos! quiero que me digáis imparcialmente. Si un: Dios crea a un hombre como vivo retrato suyo y lo ama co · mo retrato verdadero; si lo ama tanto, que da la vida por él, que muere en un patíbulo por salvarlo y por asegurarlo• para toda · la eternidad, ¿será justo y puesto en razón que: yo o vosotros lo aborrez,camos, lo odiemos, intentemos ma– chacarlo, aniquilarlo o simplemente perjudicarle? Es hijo de: Dios. Démosle lo que le pertenece. Es rescatado con la San– gre de Dios, vale la vida de Dios. Vale un precio infinito. Tratémosle como objeto de precio infinito. ¡Arrodillémonos. ante él! ... 4) Pero dirás: Ha perdido sus derechos ante m!; porque me ha injuriado,. calumniado... Pero mira, hijo de mi alma: caes en un error. 'Porque el único Juez de tu prójimo es Dios, Dios que lo creó a su imagen y semejanza, Dios que lo redimió a costa de su vida, Dios que lo conquistó para el Cielo, arrebatándolo dé las manos del demonio; Dios que lo alimenta, Dios que le da en maniar su cuerpo y sangre, Dios que ha creado el Cielo para él. Sí, ese Dios es el que debe juzgarlo y casti– garlo. Si tú te empeñas en vengarte, Dios lo defenderá con– tra tí; y a ti te castigará. Y si tu dejas a Dios la facultad de juzgarlo Dios lo juzgará y le castigará mejor que lo ha– rías tú. Porque tú no sabrías aplicar la sanción como él merece; y Dios sí sabe sancionar bien los delitos, porque

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