BCCCAP00000000000000000000235

El Misionero práct_ic_o _ ____ __7_7 __ ¡venciste Galileo! ... Por boca de Voltaire: ¡Aplastemos 'al infame! «llie entretengo en arrancar lágrimas de los ojos de los hombres y me baño en ellas como en agua de rosas. Me alimento de cadáveres y• apago mi sed en la sangre de las vfctimas... » ¡Basta! ... monstruo feroz, verdugo de la humanidad! Tu lenguaje me produce hastío, pavor, pesadilla, .. ¡Cristianos! ¡Hombres! Si un ser de carne y hueso hablara así, y eso fuera ¿qué haríamos con él? Le lanzaríamos toda suerte de maldiciones; le aborrecerÍamos como a enemigo perjudicial. Se le perseguiría, se le pondría fuera de la Ley.. . Pues bien: el rencor, el· odio es eso, es todo eso. Y sin embargo nadie le ::iborrece. ·y le dejanws vivir entre nosott·os. Le abrimos las puertas de nuestros hogares- y de nuestro corazón. Y él vive tranquilo a expensas nuestras. ¡Qué horror! ¡Qué ab~Tración! j Qué incomprensión! ... El rencor es un sentimiento baslardo de un corazón de– generado. Y · un corazón degenerado no es corazón de hombre, es corazón de un ser irracional, eS decir, un corazón de fiera. Es, pues, el rencor algo irracion'a.I. No entra en los dominios -de la razón humana. ¿Diremos que es bestial? Ese sería el calificativo más adecuado. 2) La ira del rencoroso o queda represada en el corazón sin manifestarse al exterior, o estalla impetuosamente. ¿Está contenida'?, ¡ah! No digái• que eso,es lo l'Rcional. Hace desdichado al que la mantiene; es un verdugo qué atol'– menta el alma sin dejarla momento de descanbo; es .una víbora que se muerde y se envenena a si misma. La ira acom· paña al rencoroso hasta en .los momentos que. debía gozar más de la vida.•. ¿Pero la ira estalla? ¡Ah! queridos míos, ¡hay que huir! Huimos ante un explosivo qué rompe en pe– dazos la prisión de acero sembrando la muerte; huimos ante el fuego de un volcán que truena; ante el rayo que se forja en la atmósfera; ante el tigre que rompe los hien-os de su

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz