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El Misionero práctico 75 ·vían a las muchedumbres ·que te adlhiraban. ¡Dulcísima Pas– tprcilla de nuést:r:as almas! Muchas infortunadas ovejitas es· tán extraviadas... ! Pon en mis labios los silbidos más vivos y penetrantes para que me oigan desde el bar ranco tenebroso, .desde las malezas en que las tiene presas con sus dientes el lobo satánico feroz... ¡Infortunadas ovejillas ¿no saldrán del peligro? ¡Mll.dre tiernísima, Madre, te llaman ellas. ¡Madre! te llamo yo. ¡Sálvalas. Tómalas en tus brazos!. .. Ave María. l.• NO ES CONTRA LA RAZON 1) Recuerdo que hace muchos años llegó a mis manos -una moneda extranjera, en cuyo t·everso se leía esta máxi– ma: «La unión hace la fuerza». En efecto : un hilo ofrece escasa resistencia, pero cien hilos bien unidos levantan gran · .des pesos. Si una familia está bien unida, prospe1·a; porque . padres e hijos trabajan con la misma finalidad. Si en ·1n ejército existe unión y unidad bajo un mando único, vence; si los distintos cuerpos. operan independientemente de los de– más, va a la derrota. Si las fuerzas vivas de una nación es– tán bien unidas, la nación progresa en todos los. órdenes; pero si se declaran unos adversarios de otros y busca cada uno su triunfo y prosperidad particular, se verá la nación reducida a la esclavitud y a vivir de la limosna que le quie– ran dar las naciones fuertes. La unión es f:Jerza, prosperidad. La división es derrota. Ahora bien. Existe un elemento que se .complace en man– tener la división en las familias, en los ejércitos, en las na– ciones. ¿Quién es? ¿Dónde se halla? E s... oídio bien. Es... jel rencor, el odio!. .. Luego el rencor es verdugo de los pue · blos, de las familias, de las naciones. Es enemigo del bien individual y del bien colectivo. Es antisocial, antipatriótico·, ·'!ntihumanitario...

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