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56 El Misionero práctico a ejemplo de los ·Apóstoles Santiago y San Juan, que– fueron reprendidos por Jesucristo. ¡Quién sabe si el poco fruto es debido a la imp&– ricia del mismo querellante!. .. No debe olvidarse que el fruto de la Misión NO SIEMPRE ES . INMEDIATO. Aunque en apariencia ha habido un fracaso, quizá los corazones han quedado lle– nos de compunción que llega a manifestarse en fecha posterior con confesiones y comuniones en número desconocido en la localidad. Este fenómeno singular ha ocurrido más de una vez en pueblos muy crecidos: Si la Misión se ha ter– minado el Domingo de Ramos, gran parte del público esperan al Jueves Santo o día de .Pascua para acercar- ¡, se a los Santos Sacramentos. Finalmente no debe olvidarse que Dios no galárdo– na el éxito, sino el trabajo y la buena voluntad: ·UNUS– QUISQUE PROPRIAM MERCEDEM ACCIPIET SECUN– DUM SUUM LABOREM•. (l. Cor. m. 8). -XXIV- LA DESPEDIDA DE LOS MISIONEROS No será solemne y clamorosa. Así lo aconseja San Leonardo de Porto Mauricio, para evitar aplausos, vivas y elogios que a nada prá.ctico conducen. (1) Por lo mis– mo no es necesario anunciar la hora de la salida de los predicadores. Puede exceptuarse el caso en que hayan de prin– cipiar la Misión el mismo día (lunes) en otro pueblo (1) Loe. cita!.

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