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-48 · El Misionero práctico El miércoles se confiesan los niños de ambos sexos. según se ha dicho. Las mujeres casadas pueden acudir el jueves a la tarde y viernes a la mañana. Para las jóve;nes ¡¡elteras ·se señala el viernes a la tarde y sábado .a la r'nañana, reservándose para hombres el sábado y domingo. No conviene principiar las confesiones antes de los días indicados; porque es necesario que oigan primera· mente varios días ·a los predicadores. La experiencia enseña que las personas empeñadas en adelantar la confesión, quieren repetirla después de oídas varias instrucciones. No obstante la norma indicada, el Misionero no o;e niegue a ocupar el Confesona!io si alguien llama; pues quizá se trate de algún caso de verdadera urgencia és· piritual. Como predicador, el Misionero siembra; como con– fesor, recoge el fruto. En los sermones excita·el arrepen– timiento; en el Confesonario otorga el perdón y prodiga :consuelos. A todo pecador recibirá con suma benignidad y compasión, inspirándole confianza en la misericordia .de Dios y en los méritos de Jesucristo. Especial dósis de paciencia y tolerancia habrá de ·emplear con los penitentes RUDOS, que en esos días afluyen en buen número. No solamente son incapaces · de expresar sus pecados si no se les pregunta, sino que .ignoran las verdades más esenciales de la Religión. A los penitentes no debe atribuírseles más responsabili– dad que la subjetiva, ni urgirles demasiado a que re– cuerden el número de veces que .han quebrantado cada Mandamiento. El Misionero no se deje guiar incautamente por las quejas, consejos . o acusaciones que algunas mujeres

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