BCCCAP00000000000000000000235

El Misionero prá.ctico 43 to de Dios ni en tiempo ni en eternidad. El Párroco, previamente preparado, colocándose en ]a grada alta del Presbiterio hace lo propio, pidiendo perdón para él y sus feligreses. El MiEionero dicta a los niños una oración pidiendo a Jesús perdone. los pecados del pueblo y la ¡:ierseve– ·.rancia de sus padres y hermanos para reunirse des– pués en el Cielo. Los niños vaJt repitiendo las frases -dictadas por el Misionero. · Reservado el Santísimo, el pueblo acompaña a los .Misioneros hasta su casa, como otros días. -XVIII- ·, LA MISION PARA LOS NIÑOS -1.- Aunque parezca extraño, los niños son una poten– ·cia del Misionero: cSi quieres ganar el corazón de un desconocido, hazte amigo de su perro; después hazte amigo de sus ·niñas. . Muchos son los misioneros que lograron por medio de los niños, lo que no· pudieron conseguir con la labor personal. Valiéndose de los niños, el Venera– ble P. Adoain convirtió la ciudad de Parapara en Amé– rica. Cada acto que se ·realiza con ellos, es un pregón que recuerda a ·los mayores: cnisi efficiamini sicut par– vuli. non intrabitis in regnum ccelorum• (Mat. XVlll, 3.) En los actos de los niños no se admiten sino los de 'siete años a doce inclusive.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz