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42 El Misionero práctico agravios alternando con los fieles; o también las lela– nías de los Santos. 10. Terminada la adoración, el primer Misionero da la bendición al pueblo desde la grada más alta del Pres- biterio, y queda terminado el acto. /'. 11 . Si el mal tienipo no permitiera la procesión, se puede simplificar: Los tres mozos con el Crucifijo es– coltado por el Clero, recorren el t.emplo mientras se canta lo que se ha dicho arriba. O bien se hace un Vía– Crucis muy breve, terminando con la adoración. La procesión de Penitencia puede sustituirse por un Vía-Crucis solemne que se hará recorriendo las ca– lles más habitadas y llevando el gran Crucifijo como se ha dicho. En alguna de las estaciones uno de los misio– neros podrá dirigir breve alocución al público. Orden: Niños; adultos varones de seis u ocho en fondo; auto– ridades; mujerElS de seis u ocho en fondo. El Vía-Crucis quizá dará mejor resultado en pueblos indiferentes en religión en que están desacreditadadas las procesiones. -XVII- UNA MODALIDAD EDIFICANTE Algunos misioneros, como los Capuchinos de Ho– landa, celebran una función con el Santísimo expuesto, que sustituye a la procesión de Penitencia. Terminada la plática de la noche, se expone solem– ·nemente el Santísimo. Sube al púlpito el misionero pri– mero y predica el serrnón de penitencia. En lugar de tomar el Crucifijo para hacer el acto de contrición, diri– ge su palabra a Jesús Sacramentado pidiendo perdón de sus pecados y prometiendo no apartarse un momen-

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