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El Misionero práctico 31 vocem tuam• (Isaías, LVill. 1). Puede preguntar a Je– sucristo: ;,Es verdad que todavía está vigente d Evangelio? y ccn él tus preceptos?.....• Y hacer oir la frase del Sal– vador: cVerba mea non prceteribunh. ¿Mantienes en pié las sanciones pavorosas que señalaste?..... cSí. lbunt hiin supplicium aetemum.....• Haga recordar al público que la CARIDAD ES EL PRECEPTO BASICO del Cristianismo..... Pero que la ocdsión en la que se hace más difícil su cumplimiento es al recibir el latigazo de una injuria, calumnia etc. Después del exordio describa las ventajas de la unión y del amor..... Describa qué es el rencor y sus fu– nestas consecuencias. Destruya las objeciones en que se encastillan los rencorosos. Recuerde que el único Tuez del prójimo es Dios, que hará justicia. Pueden referirse ejemplos de corazones nobles, magnánimos y geneio– sos. Exponga la doctrina de Jesucristo: Dimittite etc. Haga resaltar el heróico ejemplo de Jesucristo, la obli– gación que nos urge de imitarle bajo pena de sancio– nes eternas. irremediables. Al final ·pide perdón a Dios. Pide perdón al Párro– co porque no ha trabajado (el Misionero) con la mayor abnegación a favor de las almas de su Parroquia. Besando el Crucifijo declare que no queriendo in– currir en sanción eterna, perdona a todos sus enemi– gos. Pida perdón al auditorio..... •Y o sé que me perdo– náis imitando a vuestro amable Redentor el cual tiene los brazos abiertos para abrazaros.... Pues como sois buenos conmigo, dejaos guiar de vuestro corazón gene– roso; y perdonad también a todos los que no os quie– ren ,a los que.ciegos o inconscientes os han agraviado. Un apóstrofe al Crucifijo a favor de los que están practicando el heroísmo de perdonar, y rogándole que les perdone, que desclave sus manos ensangrentadas

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