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El Misionero práctico 13 se han de tratar. Lo contrario sería tentar a Dios. . 12. El predicador de Misiones debe poseer dotes naturales propias del buen orador: inteligencia clara; memoria tenaz; imaginación viva que acierte a dar for– ma plástica a las ideas más abstractas; sensibilidad fá– cilmente impresionable; temperamento caracterizado por nobles pasiones; corazón 'abierto a los sentimien– tos de compasión y ·caritativa tolerancia; pulmones le– sistentes, aptitud para ·la declamación. Quien no posea estas cualidades, no predique los sermones de una mi– sión. Si no se ha de dar bien la misión, es mucho me¡or no darla. -IV – COMPORTAMIENTO DEL MISIONERO l. No olvide lo que es y lo que representa. Es embajador de Cristo y representa intereses divinos. Na– da haga ni diga que no esté en consonancia con tan elevado carácter. (Sic nos existimet horno ut minis– tros Christi el dispensatores · misteriorum Dei>.– (! Cor. IV, 1). 2. No debe exhibirse entre el público sin verda– dera razón ni visitar a personas particulares por pura cortesíá o amistad y menos a familias ricas o muy sig– nificadas en política. (San Leornardo de P~:>rto-Mauri­ cio) (1).-Pero el primer día los Misioner9s visitarán acompañados del Párroco, a las autoridades y a los maestros o directores de colegios, así como a los Supe– riores de Comunidades Religiosas. 3. El Predicador de Misiones debe ser sobrio en las conversaciones. No dice bien con la dignidad del (1) Sermons pour lel!l Missions, T. l. p. 33).

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