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El Misionero práctico 9 7. Los Superiores locales pidan oraciones a la Co– munidad cuando dos o más Padres salen para una campaña misionera. 8. Superiocres y súbditos coop;,ren con su orac10n y esfuerzo personal para que nunca falten entre nos– otros, misioneros de recio temple espiritual o estilo de los clásicos misioneros Capuchinos que tanta gloria die– ron a la Iglesia como San Fidel de Sigmaringa. San José de Leonisa, Beato Angel de Acrio, Beato Diego de Cá– diz y les venerables Padres Carabantes y Adoain. 9. Con el fin de estimular el celo apostólico de los Padres jóvenes, y para el crédito de tan elevado ministerio, los M . Rdos. Padres Superiores de la Pro– vincia consultarán en qué forma se podrá otorgar una recompensa a los Predicadores que durante treinta o cuarenta años hayan vivido entregados al apostólico ejercicio, habiendo predicado laudablemente y con acierte más de ciento cincuenta misiones, de nueve días cada una, aparte de otros trabajos como Ejercicios, Novenarios, Triduos, etc. 10. Los . Superiores no permitirán que ningún Pa– dre se entregue al ejercicio de las misiones sino des– pués de cerciorarse si tiene bien preparados los sermo– nes y pláticas y si sabe decirlos según las reglas de la Oratoria Sagrada. La habilitación para este especial mi– nisterio será otorgada por documento del mismo Su– perior Provincial. previo exámen práctico ante un De– legado del mismo y ante varios misioneros. • Y cuida– rán los Superiores más de que haya pocos predicado- . res aptos, que muchos ineptos•. (Constituciones, ·nú– mero 198.) 11. El P. Provincial podrá revocar la licencia con– cedida, si echa de ver que alguno carece de las dotes necesarias al Predicador. (Constituciones N. 202.)