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B Misionero práctico 1C9 Voltaire · y a otros mil, que fueron víctimas de la ira justi– sima del Señor. Si no temiera menoscabar la fama de algunos puebtos eonocidos, os referiría ejemplarísimos castigos muy recientes. Un pueblo del norte de España fué arruinado y asolado a consecuencia de una inundación, en pleno verano del año 1923, poeos .días después de haberse pronunciado unas blas– femias al pasar el Santísimo bajo palio el día de la fiesta de Corpus Christi (1) . . En otro pueblo más próximo a Navarra, un muchacho .se atrevió a profanar una pequeña cruz de madera· pronuncian– do una blasfemia mientras la arrojaba al suelo. Cayó enfer– mo con pulmonía fulminante aquel mismo día; y tres días más tarde era cadáver (2). E sto ocurrió en 1913; todos lo tuvieron por castigo. b) Castigos crueles ¿Pero os extrañáis? Más me extraño · y me aterrorizo yo de ese concierto diabólico de frases .injuriosas cuyo eco se eleva hacia lo alto retando al Creador. ¿Qué contestará Dios desde las alturas? Dominus de Sion rugiet (Joel, III, 16). El Dios de Sión contesta con el rugido de su cólera il)finita. Cuando veis que se fragua una tempestad en la atmós– fera y ois el eco pavoroso del trueno, os estremecéis, porque tras el trueno, se desata el rayo que sorprende. Pues bien, cuando oigáis una blasfemia, temblad; esa blasfemia es pre– cursora del rayo de fuerza infinita. A la oleada de cieno y de injurias que sube de la tierra hacia el cielo, Dios contesta con una oleada de castigos. Decís que la Humanidad sufre hoy como no ha sufrido nunca; que las guerras son. más crueles; que la carestía de (1) San Juan de Mozarrifar (Prov. de Zaraqoza). (2) Castiliscar (Prov. de Zaragoza).