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96 El Misionero práctico ,gamos. Y yo la denuncio y la maldigo como Sacerdote por ·el perjuicio que causa a las almas: ¡Por una frase breve, qué mancha tan negra se arroja sobre la conciencia! Por un par .de vocablos ¡qué h~rida tan honda y tan infecta se produce en el alma! ¡Cuántas almas muertas por el cuchillo enmohe– .cido de la blasfemia!... ¡Señor! Dios de infinita majestad! Por la honra que se te .debe, por el crédito de tu santa Religión, por el bien de las almas que me escuchan, voy a vindicar tu santo nombre, voy :a alzar mi voz para ·declamar contra la blasfemia. Nada ·me importará que lleguen· a fatigarse mis pulmones, que mi gar– :ganta· se congestione hasta. enronquecer, como experimentó el ,santo Crisólogo. ¡Eres merecedor de nuestras fatigas! Por tu .amor, por amor de las almas, préstame acentos agudos y penetrantes; que ·mis·palabras sean como vibrantes rayos que futguren ante las inteligencias. Quisiera tener el acento de trueno que t endrá la trom– -peta :del juicio final, para que me oyeran los hombres de los cuatro ámbitos .del mundo. ¡Préstamelo, Señor!.., Dulce Madre de las almas, ruega por ellas. ·y ruega ahora .Por mi... Ave María. 1. 0 GRAVEDAD DE LA BLASFEMIA l. La blasfemia es locutio Deo contumeliosa. Es una fra– ·se injuriosa a Dios. El blasfemo no se contenta con despre– ciar la Ley &anta de Dios, desprecia la misma persona de Dios. ¡Despreciar al Creador, insultarle!.. . ¿Quién no ve .que el acto de despreciar a Dios reviste una gravedad inmensa– ·mente mayor que el simple desprecio de su Ley? Suponed por un momento: Existe un padre de familia que .ama entrañablemente a sus hijos. Un dfa les impone Ul)a .obligación que implica· algún sacrificio. Uno de los hijos se