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----- ------- -------- _ ___ __::d__::e_:S:_:_ig,_maringa de Recia, le dijo; Dios os guardará a todos, a vosotros y a la ciudad de Feldkirch. Los re– voltosos serán castigados a su tiempo. > Dicho esto, desapareció. La profecía se cumplió al pié de la letra. A una enferma, llamada María Salomón , atormentada horriblemente por el espíritu ma– ligno, se le apareció San Fidel, dirigiéndole palabras de consuelo y animándola ft sufrir por Dios. Esta señora, que hasta entonces había vivido desesperada y había llegado hasta es– cupir al crucifijo, después de esta aparición no se hartaba de dar gracias a Dios por los sufrimientos, y cinco días más tarde entrega– ba su alma a Dios, repitiendo el nombre del P. Fid~l. El Archiduque de Austria, irritado ante la obstinación de los revolucionarios, resolvió acabar con un golpe decisivo, contandn con la protección del Santo. Una aparición vino a confirmar sus esperanzas. El 6 de M'lyo de 1622 los generales de Tilly y González de Córdoba marchaban contra el margrave deBa– den-Durbach. aliado de los herejes de la Alta– Recia. Durante el comb3te aparecieron dos Capu· chinos a caballo en ademán de acometer a los herejes. Espantados éstos, emprendieron la fuga, sufriendo un desastre completo. Católl-

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