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- - --------- -------- 58____ v~~_e_S_a_n_F~el. ____ Vivía en Zizers el condP. Rodolfo de Salis, señor tan distinguido por su erudición como. por su apoyo decidido al partido reformado de la Alta-Recia. Este señor que había tenido ocasión de oir los discursos del P. Fidel y de admirar'la pureza de su vida, decfa: «Hay que atraerlo a la Reforma; su ciencia y su elo– cuencia nos serán de g ran utilidad.» Con esta esperanza le invitó a una discusión. Aquí es– peraba a Rodolfo la gracia. El día de hi Puri– ficación de la Santísima Virgen una concurren– cia inmensa, en su mayoría protestantes, pre– senciaba la abjuración del conde . Con este motivo pronunció el P. Fidel un discurso que tuvieron todos por inspirado. • Vo~otros que estais aquí presentes, dijo en la peroración, por qué tardais en imitarle? Si hay alguno en– tre vosolros que quiere seguir el ejemplo del señor de Salís, que dé un paso adelante.» La gracia. se derramó sobre aquella muchedum– bre y casi todos avanzaron hacia adelante gri– tando que estaban ya convertidos. Habfa en– tre estos neófitos dos alcaldes, un gobernador, un funcionario público con su esposa y el sa– cristán de un predicante. Atendía también con sumo cariño a sus queridos soldados. Tanto en Feldkirch como entre los grisones convirtió a muchos soldados