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1----- ------------- ----·-'-----· _ _______cd::ce:__::S.:.eigmaringa 43 valió el título de abo:;;ado de los pobres. Otros le llamaban consejero universal, y de hecho lo era. Las personas más notables por su.ciencia y dignidad, oficiales , magistra– dos, sacerdotes. obispos, consultaban con el P. Fidel sus as•mtos má:; delicados. Algunos meses d~spués de empezado este apostolado, la ciudad de Feldkirch y sus alre– dedores eran desconocidos en cuanto a sus costt:mbres. Habían desaparecido los malos libro:;, se guardaba la modestia cristiana en los vestidos de las mujeres; se clausuraron los centros de desorden, vinieron a ser raras las fiestas profanas; desaparecieron las enemista– des más inveteradas, y la concordia trajo la felicidad a todas las clases de la sociedad. Llenos de reconocimiento hacia el denoda– do misionero todos los habitantes, sin distin– ción de religión ni de fortuna, le otorgaron de comtin acuerdo el título de Padre de la Patria. li 1 •

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