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---------~--------------¡ 41 de Sigmaring11 -----~---"------"-~-~----------- CAPITULO XI El Padre de la Patria ~¡ hemos de dar fé a los historiadores, en -~ Feldkirch y sus alrededores era prover– bial el d•'sord -n de las costumbres. Los pesi– mistas compa rr.uan la sociedad de entonc"s a una bacanal envneta en rique;:as y embriaga· da en placeres. Habló en cierta ocasión el P. Fidel con tanta w hemencia contra el lujo de· senfrenado d· las mujeres, motivo di~ perver· sión y ruina d•.'- las familias, que levantó una verdadera tt-nuw~tad. Se murmur~ba pública– mente contra , 1 capuchino que osal>a hablar con tanto au·.-vnniento y tan poca con~idera­ ción. Personas de alta categoría lachábanle de indiscreto ~- imprudente. Mas, 11 todas l~s opiniones hum mas anteponía la voluni~d de Dios, y decía que sacrificaría gustoso su vida por la gloria d" Dios 'Y la salvación de las al· mas. Supo el Santo que el senado dl~ la ciudad habla acogido favorablemente una n :clumac,ón de altos per~•·najes al frente de los cBales fi·

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