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____ d_e _Sigma_r!n_g~ - -- - _______ -~ atención: la de cartujos por su amor a la sole – dad ; In de jesuit as por su cultura y ce!o por la salvación de las almas, y la de Capuchinos. De>pués de larga y fervorosa ora ción . se de– cidió por esta última , pues en f ila encontraba la oración de los cartujos y (;] celo de los je– suitas. Mov ióle a esta elección el e jemplo de tan– tos hombres ilustn•.s por su nucimiento y snbt'r ·que renunciaban los honores y las riquezas para abrazar la vida austera de los hijos del Penitente de Asís. E n Alemani a y en Su iza se ensalzaba la heróica caridad del P. Estel>an de Unterwalden y de otros mu chos que ha– bían sacrificado su vida asistiendo a los apes· tados. Italia estaba legítimamente orgullo· sa con S. Lorenzo de Brindis , cuya eloc11en– cia y milagros tenían gran resonancia en tod"s las naciones de Europa. El humilde frai le San SPrafín de Ascoli y el ilustremisionero Sa n Jo– sé de Leonisa aliadían nuevos florones a la aureola seráf'ca. Bélgica veneraba, llena de admiración al austero Benito de Canfeld, pro– testante convertido. En el ducado de Saboya. se hablaba de las maravillas obradas por el P. Juan de Mauriena . En Francia, los hijos de las famil ias más dis tinguidas tenían a gran honra -1 1 1 ~~~~rea capu~:~- ·----- - --- -