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• 1 X Ir No segur mi vocación, bj estoy padeciendo mucho por esa causa OS son las vocaciones principales, la de la vida reiligiosa y la del ma– trimonio. La primera es propiamente una vocación. A la segunda también suele llamársele así algunas ve– ces; aunque es mucha palabra esa para aplicarla a una inclinación natural, cuya realización no ele-– va a la persona a un rango superior. Pues las dos suelen frustrarse con frecuencia. Una joven se siente llamada al claustro, para ·consagra::se a Dios. El deseo es sublime; pero no puede llevarlo a la práctica, por falta de, dote, por su poca salud, o por no tener valor suficiente para contrariar una
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