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____ _ _ 1~.-t-.t:_ _~a sido infiel _ ~"- amigo -~- clama en el desierto. Las personas espirituales saben muy bien por expa-riencia que eso no es verdad. Jesucristo habla a sus amigos, Jesucristo res– ponde y consuela; y si los ojos del hombre no ven en este mundo su figura adorable, ni sus oídos oyen su voz dulcísima, el alma lo siente, en la alegría, en la tranquilidad, en la luz y en la fuerza moral que adq•úere con su trato. Este es, pues, hermano mío. el consejo que te doy en esta hora, en que amargado por el des– engaño, estás palpando la volubilidad de las amis– tades humanas. Procúrate, con el amor y las bue– nas obras, la amistad de Jesucristo. Escrito está: Maldito el que confía en el hom– bre, y escrito está también: Dichoso ej hombre que confía en el Señor. Los amores humanos son como juegos de niños. En el instante en que· tú estás leyendo u oyen– do leer estas palabras, miles de amistades se es– tán formando, y miles de amistades se están des– haciendo, con todo su acompañamiento de triste-– zas, protestas, vacío y desencanto. Entre esas amis– tades está la tuya. ¿Por qué afligirte ni admirarte? ¿Por qué es– perar del hombre, ni pedir al hombre· lo que no puede dar o evitar? .:. Ten por cierto qtie si tu amigo te ha decep-