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VIL-Murmuran de mí 65 - ----- ¿Murmuran de ti? ¿Y son esos los que mur– muran? Es natural que no guste lo bueno a los malos. Nada excelso se ha hecho en la tierra sin que haya sido murmurado de mut:hos; ni la Redención del mundo siquiera, que tuvo sus detractores malignos, como todo lo demás. Porque en Jesucristo no solamente fueron murmurados sus milagros y su doctrina; fué cen– surado su mismo acto de redimir a la humanidad. Y le invitaban sus enemigos a que lo suspen– diera, diciéndole: •Si eres Hijo de Dios, baja de la Cruz•. No les parecía bien que, siendo Hijo de Dios, muriera de ese modo. ¿Y qué hizo Jesucristo al oir estas palabras, más insensatas que impías? Pues Jesucristo dejó hablar, es decir, dejó murmurar, y siguió redi– miendo. Y gracias a esa sublime y divina cons– tancia estámos todos salvos. He ahí nuestro eterno mode.Jo, en eso como en todo lo demás. Imítale tú; y en teniendo para tus obras la .aprobación clara de tu conciencia, y por añadidu– ra la aprobación de los buenos, ora, muévete y trabaja, con la mayor actividad y con la mayor tranquilidad. • • •

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