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198 ___ P:. Angel de Abárzuza ________ padecer, por lo menos, para padecer grandes do– lores. Y no sirve decir que la muerte, siendo como es violenta, tiene que ser dolorosa, porque no todo lo violento va siempre acompañado de la sensación de dolor. ¿Qué cosa más violenta que un ataque de apo– plejía, es decir, la ruptura de una arteria cerebral. con la extravasación consiguiente de la sangre? Y no obstante, este hecho que se repite cada día centenares, miles de veces, se verifica sin dolor alguno. ¿Qué cosa más violenta que un ataque de epi– lepsia? Y sin embargo los epilépticos no padecen durante el ataque. ¿Qué cosa más violenta qu~ un acceso car– díaco? Y a pesar de eso, si el acceso es graví– simo, es muy frecuente que no sea doloroso. Hay más todavía. En las enfermedades que van acompañadas de sufrimiento corporal, éste cesa al llegar a cierto límite. El exceso del dolor suprime el dolor, y el exceso de la angustia ahu– yenta la angustia, porque se pierde el sentido. Acontece como en la corriente eléctrica. Si es muy intensa, aumenta la luz de la lámpara; pero si crece ~ucho en intensidad, la lámpara ·se apa– ga, o porque se funde ella, o porque se funde el puente de plomo ·que está puesto allí cerca. precisamente para salvarla.

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