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XXI.-Sufro porque no tengo fe 183 1. 0 Procura ante todo hermano mío, hacer una vida honesta y honrada, no sólo ante los hombres sino ante ti mismo. Aunque nada es bueno ni malo, verdadero ni falso, si Dios no existe, por una feliz inconsecuen– cia, suelen sobrevivir en el ateo los principios mo– rales simultáneamente con su ateísmo. Si es ésta tu situación, síguelos fielmente, que así como el hornbre cuando desea su felicidad desea a Dios sin saberlo.· del mismo modo, cuando hace lo que la conciencia le dicta como bueno, llama y atrae a Dios, aunque no crea en El. Cuando haces el bien te acercas al Creador, y como dice un santo, por cada paso que damos hacia Dios, da El diez hacia nosotros. 2. 0 Si mis reflexiones te han interesado y sientes ya principios de simpatía hacia el Cato– licismo, cultívala con esmero, poniéndote en se– guida en relación con todo lo Católico. Lee libros católicos, asiste a conferencias y serm6nes católicos, y sobre todo, trata con los que podríamos llamar los técnicos del Catolicis– mo. esto es. los Sacerdotes. La conversación con un sacerdote ilustrado te hará mayor bien que muchos libros. El te oirá, y sabrá acomodar sus enseñanzas a tu carácter y a tu estado intelectual. resolviendo tus dudas. - 3. 0 Puesto ya en el camino de la fe, ni en