BCCCAP00000000000000000000232

Q¡-------------------------0 ¡~¡¡~¡(ij.¡¡§¡¡~¡¡JP.¡¡~¡¡~¡¡~;;W.:;W.;;W.:;W.:;W.:;W.¡¡§¡¡~¡ o o CAPITULO XVI Del deseo del cielo, que debe tener el alma devota Deseo único y vehemente de los Santos en esta vida fué no tener nada de común con el siglo; más por el desprecio de las cosas terre– nas tender siempre a la presencia de Cristo y compañía de los ángeles. De donde el bienaventurado Pablo, fervoro– so amante del Señor, despreciando completa– mente lo terreno y ansiando lo celestial, de– cía: <Deseo ser desatado y estar con Cristo•. No es de todos un deseo tan sublime, sino de los perfectos, que pueden con verdad de– cir: •Nuestra conversación es en los cielos•. Muy pocos son los que se hallan así del todo desprendidos de lo temporal, que levan– tan su afecto a Jo eterno, y nada desean de los honores y riquezas terrenas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz