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-65- Parlar mucho y trabajar poco, carn~ es. Escasam~nt~ orar, y vagu~ar fr~cu~nt~men­ te fuera d~ casa, carn~ ~s. Apresurars~ para ll~gar a la mesa, y s~r tardo y p~rezoso para dirigirse a la igl~sia, earne es. Aquél d~mu~stra t~n~r v~rdad~ra caridad, qu~ aborr~c~ df corazón la vanidad d~l mun– <lo, y huy~ d~ toda carnal familiaridad. La santa caridad no busca en los hombres consuelo ttrrtno sino tspiritual adelantamien– to; y más se fija en el alma, imag~n d~ Dios, que no en la carne, inclinada al mal y nociva a sí misma. No hay caridad verdadera allí donde falta el c~lo de la justica y el f~rvor de la disciplina. Quien de 'Veras a Dios ama y a su prójimo, no debe tolerar las ofensas divinas ni el daño de las almas. La paz cou las virtudes buena es; con los' vicios nunca es buena, sino siempre mala. Entonces reina en casa paz v~rdadera y ord~nado ~stado, cuando s~ ~nmiendan los defectos y s~ desarraigan los vicios.